miércoles, 12 de febrero de 2014

De escenarios, esperas y te quiero.



MONÓLOGO.

Ya ves, decidí subirme sobre el escenario a esperarte. Me dije: Si se trata de sentir qué mejor lugar. Así que aquí estoy. Aquí mis miedos se convierten en cosquilleo y no me importa estar asustada ni temblar. Me siento agusto, viva, pletórica... y en mi vida, sobre el asfalto, todo parece que quema. Hasta los silencios arden.

Hoy piso las tablas y me tumbo sobre ellas a esperar que los focos se enciendan como si fueran estrellas. Te imagino a mi lado y me atrevo a esperar esa estrella fugaz que me permita decirte sin miedo, te quiero, aunque no exista contestación. Aquí los silencios se convierten en belleza, en música. Aquí los te quiero tienen eco cuando no hay público detrás.

Es raro ¿sabes?, pero me gusta como me siento cuando ese telón está a punto de abrirse. Compararlo con el amor puede resultar una locura, pero es lo más cerca que he estado de ser correspondida.

¿Alguna vez te has mirado en el espejo y te has sentido especial? Has dicho: ¡JODER, que guapo estoy hoy! Te has sonreído y has salido dispuesto a comerte el mundo... Pues bien, algo parecido se siente con los aplausos.

Que igual te estoy liando entre escenas, aplausos, focos y palabras que no llegan a ninguna parte, pero que si quieres encontrarme sólo te diré que este puede ser un buen lugar. 







Jara.

1 comentario:

  1. Una vez me pasó lo del espejo, aunque fue muy fugaz, y nadie más lo notó....

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